IGLESIA CRISTO SANTUARIO DE SALVACIÓN 

MANUAL DE ESTUDIO BÍBLICO  

El Espíritu Santo (El Gran Maestro)

En Juan 14:26, Jesús dijo: "pero el Consolador, que es el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que yo os he dicho". También, Juan 16:12-14 dice que "Todavía tengo muchas cosas que deciros, pero no podéis soportarlas, ni tomarlas sobre vosotros, ni asirlas ahora. 13 Pero cuando venga Él, el Espíritu de Verdad, Él os guiará a toda la Verdad. Porque Él no hablará Su propio mensaje [por Su propia autoridad]; pero Él dirá todo lo que oiga [del Padre; Él dará el mensaje que se le ha dado], y Él anunciará y les declarará las cosas que han de venir [que sucederán en el futuro]. 14 Él me honrará y me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo revelará a vosotros. Después de la regeneración, el Espíritu Santo no se detiene ahí, su obra acaba de comenzar en nuestras vidas. Además, 1 Juan 2:27 dice: "pero la unción que habéis recibido de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; sino que como la misma unción os enseña todas las cosas, y es verdad, y no es mentira, y como os ha enseñado, permaneceréis en él". El Espíritu Santo está en nosotros para enseñar una nueva ley del Espíritu que también puede ser referida como la "Ley de la Vida". Esta ley complementa los Diez mandamientos escritos en el Antiguo Testamento. Las leyes del Antiguo Testamento están escritas afuera y pueden ser referidas como una ley externa, pero la ley de la vida está escrita en nuestros corazones por el Espíritu Santo, Jeremías 31:33, Ezequiel 36:25-28, Hebreos 8:10,16. La ley de la vida es generada a partir del Espíritu de Vida, Romanos 8:2.

¿Qué es la ley? El derecho es una regulación natural, es una regla constante e inmutable. Además, una ley es una norma hecha por una autoridad y que debe ser obedecida. Una ley es comúnmente hecha por un gobierno, que los ciudadanos deben seguir o enfrentar un castigo. La vida va acompañada de ley, de lo contrario, habría caos y desorden en el mundo. Salmo 19:7-8 "Las enseñanzas del Señor son perfectas. Ellos dan fuerza a su pueblo. Se puede confiar en las reglas del Señor. Ayudan incluso a los necios a llegar a ser sabios. Las leyes del Señor son correctas. Hacen feliz a la gente. Los mandamientos del Señor son buenos. Le muestran a la gente la forma correcta de vivir (ERV)".

                                    Los componentes del corazón

 El corazón se compone de cuatro partes, según las Escrituras: 1. La mente 2. La voluntad 3. La emoción y, 4. La conciencia. Por lo tanto, el corazón es una combinación de alma y espíritu.

1.      La Mente: donde tienen lugar los buenos y malos pensamientos, Mateo 9:4, Hebreos 4:12, Isaías 14:12-13, Jeremías 17:9-10.

La ley de la vida en nuestra mente: A. Tener la mente de Cristo. Filipenses 2:5-11, 1 Corintios 2:16, 2 Corintios 11:3, 2 Timoteo 2:22. B. Para proteger nuestra mente. 2 Corintios 10:5, Filipenses 4:7, Salmo 19:14. C. Para renovar nuestra mente. Romanos 12:2. D. Paz de Dios en nuestra mente. Isaías 26:3, Filipenses 4:6-7.

2.      La Voluntad: se refiere al propósito del corazón. Hechos 11:23, Hebreos 4:12.

La ley de la vida en nuestra voluntad: A. Para entender cuál es la voluntad de Dios. Efesios 5:15-20, Jeremías 29:11. B. Someterse a la de Dios. Lucas 22:42, Juan 7:17, Proverbios 19:21, Mateo 6:9-10, Marcos 3:33-35, Juan 10:3-4, Romanos 12:2

3.      Emoción: una reacción mental consciente (como la ira, la alegría o el miedo). Juan 14:1, 16:22

La ley de la vida en nuestra emoción: A. Amar al Señor. Deuteronomio 6:5, 1 Juan 4:19, Salmo 97:10, 1 Juan 2:5, 1 Juan 2:15. B. Amar al prójimo. Mateo 22:39, 1 Juan 3:17, 4:20. C. Demostrar los frutos del Espíritu. Gálatas 5:22-26

4.      Conciencia: es una conciencia interna o sentido moral que juzga lo correcto o incorrecto de nuestras acciones, pensamientos y palabras, actuando como testigo de nuestro sistema de valores interno. Actúa como un testigo interno, ya sea acusándonos o excusándonos en función de nuestras acciones y pensamientos, induciendo sentimientos de culpa o placer y bienestar. Hebreos 10:22, 1 Juan 3:20, 1 Pedro 3:15-16.

La ley de la vida en nuestra conciencia: mantener una conciencia pura y sin culpa delante de Dios y de los hombres. Hechos 24:16, 1 Timoteo 1:5.

                        Los efectos de las enseñanzas del Espíritu Santo en nuestras vidas

1.      Nos ayuda a inclinar nuestro corazón hacia Dios. A través de la obra del Espíritu Santo, nuestros corazones se volverán sensibles a las direcciones e instrucciones de Dios. Proverbios 21:1, Salmo 119:36.

2.      Sumisión hacia Dios. El Espíritu Santo nos ayuda a ser sumisas a Dios en todos los aspectos de nuestras vidas, desde la desobediencia hasta la obediencia completa a su voluntad. Filipenses 2:13.

3.      Nos ayuda a hacer las buenas obras que Dios ha ordenado para nosotros, Efesios 2:10

4.      Trabajar para Dios con todo nuestro corazón y fuerzas. 1 Corintios 15:10, Colosenses 1:29.

5.      Ayuda a alcanzar un estado de madurez espiritual en Cristo. Gálatas 4:19, 2 Corintios 3:18, Romanos 8:29, 1 Juan 3:2, Gálatas 2:20.

La ley de la vida es lo que nos hace crecer en Cristo. La Biblia dice: "No con fuerza ni con poder, sino con mi Espíritu", dice el Señor de los ejércitos (Zacarías 4:6). La obra del Espíritu Santo en nuestros corazones hace que la gracia de Dios sea liberada sobre nuestras vidas para vivir una vida que agrade a Dios. Gálatas 2:20.